lunes, 28 de diciembre de 2015

Comencemos desde el principio (algo tarde ;-P)

Me comenta mi mujer, que suele tener razón (pero no se lo digáis a ella), que mal empiezo mi blog sobre flipped classroom sin explicar qué es y en qué consiste. Yo le dije: -“Pero si ya lo he publicado en Facebook, twitter y LinkedIn” a lo que ella me contestó: “Ya, pero no todos los que lean el blog van a leerte en redes sociales”. Como rectificar es de sabios, voy a ver si enmiendo mi  error.
Voy a comenzar poniendo los enlaces de dos vídeos que lo explican muy bien (para los que no les guste leer). Uno muy cortito:

Y otro algo más extenso:



Y, a continuación, os voy a explicar lo que es para mí la flipped classroom: Como maestro de lengua extranjera que soy, no me llevó mucho tiempo darme cuenta de que si dedicaba mis sesiones a enseñar vocabulario, tardaba no menos de tres de ellas en conseguir que la mayoría de mis niñ@s dominaran la mayoría de ese vocabulario. Si, además de vocabulario, quería añadir estructuras e interacción, esas tres sesiones se podían, fácilmente, duplicar o triplicar. Con lo cual, al final de curso conseguía que la mayoría de mis alumn@s  supieran bastante vocabulario, que no llega a la mitad de ellos dominaran algunas (no todas) estructuras vistas en clase y que no más de dos o tres, y normalmente aquellos que iban a academia (con lo cual el mérito no era mío), fueran capaces de aplicar sus conocimientos en contextos comunicativos. En mi segundo año como docente intenté cambiar las cosas: grabé en cintas de casete (sí, no os riáis, las familias no tenían muchos medios) el vocabulario y las estructuras que íbamos a dar durante el curso acompañados de un dosier en papel para el soporte visual. El cambio fue ESPECTACULAR (y, como podéis ver, no hicieron falta grandes alardes en tecnología). L@s niñ@s se aprendían el vocabulario en casa, lo cual nos dejaba el tiempo de clase para practicar las estructuras en situaciones comunicativas. El resultado: alumn@s más involucrad@s, más participativ@s, más comunicativamente competentes,… y papás/mamás más… CONTENT@S por una razón mucho más prosaica: mejores notas.



El tiempo ha ido pasando… los medios han ido evolucionando. El casete se ha tornado en PowerPoints, mp3, flash, vídeos, etc. Pero la filosofía ha seguido siendo la misma. Dejar los conceptos para casa, suministrándolos de un modo atractivo para que l@s alumn@s puedan verlos en casa tantas veces como necesiten. Habrá quien solo lo necesite una o dos veces y quien deba verlo muchas veces para empezar a interiorizarlo. Pero, incluso en esto la “flipped classroom” aventaja a la clase magistral ya que, en el aula, no podemos permitirnos el lujo de explicar las cosas una y otra vez hasta que todos lo entiendan. Y en clase hacer las cosas para las que de verdad me necesitan: poner en práctica lo aprendido con una función comunicativa, en definitiva, aprender a usar el lenguaje para lo que realmente sirve: comunicarse.

Bueno, esto es lo que significa, para mí, flipped classroom. Aunque he de admitir que hasta hace cuatro días yo no lo llamaba así. Lo llamaba sentido común. Lo llamaba aprovechar los medios que están actualmente a mi disposición para hacer del aprendizaje del inglés un proceso eficiente, donde los tiempos dedicados en cada contexto se aprovechen lo mejor posible, y eficaz, donde al final del proceso nuestr@s alumn@s puedan usar el inglés para comunicarse.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Flipped Classroom, vídeos SÍ… y algo más.

En el poco tiempo que llevo leyendo sobre la “flipped classroom” no he podido evitar darme cuenta de que, en aquellos medios divulgativos (no especializados) en los que se habla del tema, hay gente muy crítica con el enfoque: Que si somos una panda de vagos que queremos que los niños, viendo vídeos, hagan el trabajo por nosotros, que si “no podemos tener a los niños viendo vídeos de 18 a 21”, que si “ahora resulta que los padres tenemos que ser genios informáticos para que nuestros hijos estudien”, que si queremos igualar la educación por abajo para que todos los niños sean igual… de mediocres,…
Dejando aparte los comentarios que no soy capaz de poner en contexto (como el último de los ejemplos), el tema de los “genios informáticos” ya lo traté en mi primer post. Me gustaría centrarme en si es lícito o no tener a nuestros hijos viendo vídeos de 18 a 21 y, además, me gustaría dar dos tipos de respuesta a esta clase de comentarios:
  • La primera, si tenemos en cuenta que, en mi caso, estamos hablando de alumnos de primaria, y que el más largo de mis vídeos dura poco más de 3 minutos. Y que se supone que no hay por qué ver todos los vídeos de todas las asignaturas todos los días (suponiendo que tengas la suerte de que tus hij@s estudien en un centro donde más de un/a maestr@ dedique su tiempo a hacer material personalizado para ell@s). Difícilmente ningún niñ@ va a tener que ver más de 20 o 30 minutos de vídeos. Tiempo en el que además pueden estar merendando o cenando.
  •  La segunda es que, si bien los vídeos son una herramienta fundamental en la “flipped classroom”, hay vida más allá de ellos. Hay múltiples herramientas para todas las plataformas (Microsoft, Mac y Android) que nos permiten crear contenidos interactivos que ya no solo transmitan conceptos, si no que nos ayuden a reforzar su adquisición, o incluso a aplicarlos en diferentes contextos. Son tantas que es imposible conocerlas todas (se estima que están en torno a las 100.000), así que cada uno puede encontrar alguna que se ajuste a sus necesidades y empezar a experimentar. Aún os diré más, hay maneras de adaptar material que ya tengamos creado en otros formatos para poder compartirlo cómodamente por internet.
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A modo de ejemplo, yo estoy empezando a flirtear con moodle para que mis alumn@s de tercero puedan practicar el writing con la inmensa cantidad de tipos de test autocorregibles que se pueden crear (mi meta a medio-largo plazo es poder prescindir de los libros de texto tanto en tercero de primaria como en primero y segundo, que son los niveles que imparto en estos momentos). Además, trasteando por internet, he encontrado una manera rápida y sencilla de convertir mis múltiples Power Point interactivos a HTML5 y colgarlos en internet GRATUITAMENTE. (De esto último colgaré en breve un vídeo tutorial en el canal de youtube en el canal https://www.youtube.com/channel/UC88QU_mRWnbaA2aBKnT6GTQ que ahora mismo está vacío pero os recomiendo que os suscribáis porque tengo pensado subir tanto video tutoriales como ejemplos del material que voy a ir desarrollando).
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Bueno, no me enrollo más por hoy. Feliz Noche Buena a tod@s.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Flipped Classroom y la competencia tecnológica de las familias.

Resultado de imagen de ordenador familiaCuando hablamos de flipped classroom en primaria hemos de tener en cuenta que, al menos hasta el segundo o tercer ciclo, nuestros alumnos precisan de la ayuda de sus padres/madres para poder manejar según qué herramientas. Por lo tanto no nos podemos plantear “flippear” nuestra clase sin antes tener en cuenta que podemos encontrarnos con diversos grados de competencia tecnológica por parte de l@s alumn@s y sus familias. Y eso sin entrar a valorar el nivel socio-económico que en los últimos años cobra una gran importancia, ya que habrá familias que serán tecnológicamente competentes pero no tendrán medios para poder disfrutar de sus bondades en casa.



Para todas estas casuísticas hay maneras de encontrar soluciones. Siempre contando con la disposición y buena voluntad tanto de docentes como de las familias:

OBSTÁCULOS
SOLUCIONES
Falta de competencia tecnológica de l@s padres/madres.
Talleres, tutorías, video-tutoriales,… donde poder enseñar a las familias cómo aprovechar todo el potencial de las TIC.
Falta de recursos en el hogar:
Según el escenario
      - Con equipos pero sin conexión a internet.
            - Diseñar soluciones offline que los niños puedan llevar a casa: vídeos, presentaciones, jclic, flash, etc.
            - Crear un espacio tanto físico como temporal en el que l@s alumn@s puedan hacer uso de la conexión del centro.
       - Sin equipos y sin conexión a internet.
            - Seguir aplicando la filosofía “flipped” pero usando medios menos tecnológicos (p.e. crear cuadernillos en papel que pueden ir acompañados de audio, el cual las familias pueden escuchar en cualquier formato: mp3, cd o, incluso, cinta de casete*)
           -  Crear un espacio tanto físico como temporal en el que l@s alumn@s puedan hacer uso de la conexión y de los equipos del centro.
* Os aseguro que se puede, yo mismo apliqué esta solución desde 2005 a 2008 en un centro cuyas familias no tenían muchos medios.


Como podéis ver, a grandes males, grandes remedios. No hay porqué renunciar al modelo “flipped classroom” sólo por encontrar algunas dificultades.