viernes, 26 de febrero de 2016

El hambre (y la falta de medios) agudiza el ingenio

¡Hola a tod@s!

Sigo a vueltas con el kahoot. Sí, ya sé que es el cuarto post que escribo sobre el tema. Pero es que, cuanto más lo uso más me gusta (y a mis alumn@s también). La cuestión es que, si tengo que depender del aula de informática del centro, solo puedo utilizarlo con mis alumnos de tercero y eso es terriblemente injusto para los de primero y segundo así que, tal como dice el título del artículo, intenté agudizar el ingenio.

Una de las soluciones estándar a este problema de falta de dispositivos en el centro educativo es el BYOD (Bring Your Own Device en inglés o "trae tu propio dispositivo" en español). Lo que pasa es que, con niños de los primeros ciclos de primaria, es inviable por dos motivos: primero, la mayoría no tienen teléfono móvil (aunque, al ritmo que va el asunto, esto cambiará pronto) y segundo, aunque lo tuvieran, el centro no ve con buenos ojos que los niños lo traigan al centro (por la distracción que supone). Pero dándole un poco al coco pensé que yo, que soy un poco nerd, tengo tres smartphones en mi casa cogiendo polvo en un cajón y supuse que, aunque a lo mejor no a mi nivel, a algún/a padre/madre le pasaría lo mismo que a mí. Así que les he pedido a l@s padres/madres de l@s alumn@s que si tienen algún smartphone que no utilicen que, por favor, lo donen al centro para poder utilizarlo en aplicaciones Web 2.0 como kahoot.

Por ahora sólo tres madres han donado, pero parece que much@s más lo van a hacer. Os muestro aquí la "prueba piloto" que hice para comprobar que era viable (sobretodo porque no me fiaba del wifi del centro).



A ver cómo evoluciona esto y si con la idea de las donaciones, en breve, podemos tener, al menos, un smartphone por cada dos niñ@s.

Espero que os guste la idea. ¡Hasta pronto!

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